Supe acompañar, supe hablar, supe sonreír...
supe avanzar, trabajar y crecer.
Supe seguir.
Hoy he recordado el día que borré tu número de teléfono de mi agenda,
hoy que no sé nada de lo que creía saber ayer,
hoy que apenas recuerdo tu voz...
hoy he sabido llorar.