No es más intenso
que el pasado, ni tampoco, muy probable, más intenso que otros que
están por venir, si vienen.
Este año ha sido un
año malo políticamente hablando. La crisis sigue aunque olfateo una
sensible mejora, pero hemos tenido que gritar mucho este año. Los
mismos descosidos a gran escala, si no con una cosa, con otra. Siento
no poder arreglarlo. La sociedad es demasiado grande para hallar
soluciones en un solo ser humano. Seguiré gritando a mi manera.
A pequeña escala.
Cada año lleva impreso un titular o dos...
He llorado y reído
mucho por amistad, en sus dos extremos y he experimentado un nuevo
umbral de superación personal. Lo que no mata... y una de cal y otra
de...
Los años me han
quitado amores que sentía imprescindibles pero sin embargo me han
devuelto otros con los que me había acostumbrado a sinvivir...
Vuelvo a abrir los brazos y siento ese latir de la infancia, esas
grandes personas que tanto me han dado y a las que tanto les he dado
yo. Por alguna extraña razón hay cosas que se acaban y el
desaliento nos mata y nos roba algún tiempo en el que no somos
capaces de respirar en ningún sitio. Supongo que todo es por algo, o
eso dice mi madre.
He trabajado mucho,
más de lo que soy capaz, por el simple hecho de no saber decir que
NO. Es absurdo, lo sé. Me he sentido infertil en todos los aspectos
posibles, pero también me he hecho fuerte. He creado dentro de un
solar vacío. Yo puedo y si yo puedo tú también. Por favor, relevo.
Y bien, llega un
año par y con el par mis pares... los adoro. Tengo los mismos
deberes todos los años: ir al gimnasio, no engordar, ser mejor
persona, trabajar bonito... bla, bla, bla.
Cruzo los dedos
para que los segundos de desaliento sean indoloros. Cruzo los dedos
para que mis seres queridos también me quieran a mí. Cruzo los
dedos para seguir en pie lo mas dignamente posible. Cruzo los dedos,
las piernas y el cuerpo entero para que todos estemos bien,
sencillamente bien.
Gracias por no
abandonar mi blog y feliz año a todos.
:*)