La sombra de un lustro

Si nos viéramos desde nuestra sombra,
nos apreciaríamos cinco años mayores.

Si, por el contrario, nos asomáramos al tiempo,
sabríamos que es un lustro de somos.

Photo by Óscar Delgado

Text by Marga Ferrer

Sobran enchufes

... Sobran enchufes.

Divagaciones

Debo imaginarlo, reproducirlo, enseñarlo, contarlo...

No sé si será correcto, preciso, perfecto, pero yo debo contarlo...

¿Le gustará? ¿se sentirá identificado? con la historia, con la foto...

Sé que no lo sé todo, me faltan datos y ando un poco perdid@.

Está impreso, en la conciencia, tras la ventana, en la calle.

Sin permiso.

Uno

Han pasado ya 365 días y algunas horas desde que decidí crear uno…

Éste, mi pequeño contenedor de fotos y reflexiones. Arca de cosas perdidas, fabulosa excusa para intentar recordar sueños, para no olvidar nunca el cuaderno y para no desechar fotos inútiles para el principal soporte. Inventar y seguir. Una suma dentro de un millón de restas.

Gracias Ó.D. por ayudarme silenciosamente, a mis compañeros de fatigas (90% de los enlaces) por visitarme a menudo aún sin dejar huella, a A.Tallón por ser el desconocido más blog-amigo, a Odiseo por entender mis profundidades, a Aretusa y a Nuria por ponerle polvos mágicos con vuestra sensibilidad, a Manuel por acompañarme también fuera de la blogosfera, a mi hermana que no leerás esto porque no sé cuando “p” piensas arreglar la conexión… a todos los que le habéis dado vida con vuestras visitas, Gracias.

Ese uno, hoy cumple uno.

Con una buena razon

Malos tiempos para los que se han acomodado en el sillón del redactor centenario.
No tengo foto, ni palabra, ni razón, ni consuelo.

Es una misión complicada acudir a las rutinas con la máscara del aquí no ha pasado, ni pasará nada. Necesito creer que las cosas pasan por algo, necesariamente. Siento que cada uno de nosotros ocupa un lugar insustituible, no por lo que nos ocupa, sino por lo que aportamos y por la huella que dejamos en los demás. Nadie nos quitará nunca la tranquilidad del que lo ha dado todo, al que no se le puede recriminar sino los errores que los biorritmos humanos nos llevan a cometer. Ahí queda el reto, fragmentado en un estante, que sólo es un expositor, pero que guarda toda la esencia de una verdad: SOMOS PROFESIONALES, lo demostramos ayer, hoy y mañana.


Siempre hay una buena razón para quedarse y una buena para marcharse.


A los compañeros.

Como soles

Como dos soles,

Bajo el recuerdo de años de sueño, colecciones efímeras y mares de lluvia;

con la elegancia de la alegría, con la sabiduria de quien sabe esperar, con el amor latente.

Entre copas, serrín y purpurina;

con el estómago comprimido, oro con oro y girasoles.

Espero que sepáis acompañaros siempre, como los dos locos que se han dicho sí.